4 Octubre, 2013 - 01:50
El mexican moment se ha convertido en el momento de ajustarse los cinturones. Estamos en zona de turbulencias.
Las ventas de Walmart cayeron 4.7% en septiembre en México. “Que se preocupe Walmart”, me dijo una amiga antiyanqui y enemiga de los grandes comercios. Que se preocupe Hacienda y todos los que saben algo de Economía, le contesté, preocupado por supuesto.
La información que emite la mayor empresa comercial del país es uno de los mejores barómetros económicos actualmente. En México, atiende a más de 4 millones de clientes diarios. Está en 64 ciudades y tiene 2,099 unidades comerciales; entre ellas, 1,510 bodegas para atender clases medias y bajas; 232 Walmarts, que se enfocan en clases medias y media alta, y 91 Superamas, especializadas en ventas a clases con mayor poder adquisitivo.
Sus ventas en septiembre fueron 28,354 millones de pesos. Si se consideran las 11 tiendas que Walmart inauguró este mes, la caída apenas fue de 0.1 por ciento. Al comparar sólo las ventas en las tiendas que tienen más de un año en operación, el descenso fue de 4.7 por ciento. “Que se preocupe Hacienda”, me comentó mi amiga, que ya había googleado un rato: “Walmart es el mayor recaudador de IVA en México”.
Las ventas de Walmart nos ofrecen una fotografía de lo que ha sido este 2013: un año de mediocre comportamiento económico. Con mucha razón, los analistas enfatizan que el bajón de septiembre refleja el impacto de las tormentas gemelas, Ingrid y Manuel. El 4.7% en rojo es el peor mes de Walmart desde que opera en México; seguramente, no hubiera sido tan malo si las tormentas no hubieran golpeado tan fuerte.
Dicho esto, la atonía del gigante del comercio al menudeo ha sido patente. Acumula tres meses consecutivos de baja en las ventas. Registra caídas en cinco de los últimos seis meses. En lo que va del 2013, sólo ha tenido aumento en sus cifras de ventas en dos de los nueve meses.
Para quienes no comparten la idea de que las ventas de Walmart sean el mejor barómetro, veamos las cifras de la industria de la construcción. En ella se reflejan 40 sectores de actividad económica; entre ellos, producción de cemento, acero, vidrio y consumo de energía.
La construcción cayó 0.1% en el último trimestre del 2012. Bajó 3.1% en el primer trimestre del 2013 y 4.0% en el segundo trimestre. Acumula tres trimestres consecutivos de descenso. Tres tristes trimestres, podríamos decir y pronunciarlo en voz alta hasta que salga con fluidez. Es más fácil vencer un trabalenguas que una recesión económica. En la industria de la construcción se cumple el criterio estadístico que define recesión: dos trimestres consecutivos de decrecimiento.
Los tres tristes trimestres de la construcción no son la peor racha reciente de este sector. Entre el 2008 y el 2010, acumuló siete trimestre de decrecimiento.
La diferencia es que entonces no había tantos proyectos de infraestructura, ni leyes que propiciaran la Asociación Pública-Privada. Los Certificados de Capital de Desarrollo eran un instrumento nuevo y los Fibras no habían visto la luz.
El mexican moment se ha diluido un poco en el extranjero. En México es otra cosa: se ha convertido en el momento de ajustarse los cinturones. Estamos en zona de turbulencias. Confiamos en que el piloto sabe lo que está haciendo. Por si las dudas, rezamos. In Guad we trust.